Errores en la asesoría empresarial.

La labor de la persona asesora empresarial busca mejorar el negocio de la persona atendida, requiere un alto grado de compromiso ya que casi siempre requerirá decisiones e inversiones importantes a sugerir. La asesoría empresarial es una tarea delicada que requiere de mucha astucia y preparación. A pesar de nuestra experiencia y conocimientos, no estamos exentos de cometer errores. Estos pueden ser desde simples descuidos hasta fallos graves que pueden costar caro a nuestros clientes y a nuestra reputación. Te invitamos a planificar y revisar con cuidado tu gestión, actitud y métodos para evitar los siguientes errores:

No hacer un diagnóstico

Uno de los errores más comunes es no realizar un diagnóstico adecuado. Sin un diagnóstico claro y preciso, no sabremos cuál es la situación actual de la empresa y cuáles son sus necesidades reales. Esto puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas y a implementar estrategias que no aporten ningún valor a la empresa.

Cobrar de acuerdo al mercado y no por el resultado del diagnóstico

Este es un error bastante común. Muchos asesores empresariales cobran sus honorarios basándose en lo que cobran otros asesores del mercado, sin tener en cuenta el resultado de su diagnóstico. Esto puede llevar a cobrar de más o de menos, lo cual puede afectar negativamente nuestra relación con el cliente y nuestra reputación en el mercado.

Ignorar el proceso metodológico e improvisar

La improvisación puede ser un gran enemigo en la asesoría empresarial. Si ignoramos el proceso metodológico y nos dejamos llevar por la improvisación, corremos el riesgo de tomar decisiones erróneas, que pueden tener graves consecuencias para la empresa que asesoramos.

No definir las condiciones de satisfacción (inicio y final) ni firmar un contrato

Es fundamental definir las condiciones de satisfacción desde el inicio y hasta el final del proceso de asesoría. Esto incluye firmar un contrato en el que se especifiquen claramente los términos y condiciones del servicio que vamos a prestar. De lo contrario, podemos enfrentarnos a malentendidos y conflictos con nuestros clientes.

Aceptar trabajos de empresas y personas con mala reputación

Este es un error que puede costarnos muy caro. Aceptar trabajos de empresas y personas con mala reputación puede dañar nuestra imagen y nuestra reputación en el mercado. Es importante investigar a nuestros clientes antes de aceptar cualquier trabajo.

Mala gestión del tiempo, llegar tarde, ser impuntual en el horario

La puntualidad y la gestión del tiempo son aspectos clave en cualquier trabajo, y la asesoría empresarial no es la excepción. Llegar tarde a las reuniones o ser impuntuales en el horario puede dar una mala imagen a nuestros clientes y puede afectar la calidad de nuestro trabajo.

No documentar todo

Documentar todo es esencial en la asesoría empresarial. Esto nos permite tener un registro de todo lo que hemos hecho y de los resultados que hemos obtenido. Además, nos ayuda a identificar los errores que hemos cometido y a aprender de ellos para no repetirlos en el futuro.

No leer, ni revisar bien los correos de las personas que asesoramos

Es fundamental leer y revisar bien los correos de las personas que asesoramos. De lo contrario, podemos pasar por alto información importante y tomar decisiones basadas en información errónea o incompleta.

Fingir tu actitud y personalidad, basar tu expertiz en tu ego y tus títulos

El ego y los títulos no son suficientes para ser un buen asesor empresarial. Es importante ser auténtico y tener una actitud positiva y profesional. Fingir tu actitud y personalidad puede hacer que pierdas la confianza de tus clientes.

No escuchar porque crees que ya tienes la respuesta

Uno de los errores más graves que podemos cometer como asesores empresariales es no escuchar a nuestros clientes porque creemos que ya tenemos la respuesta. Es importante recordar que cada empresa es única y que las soluciones que funcionan para una empresa pueden no funcionar para otra.

Olvidar los nombres de las personas que te presentan

Recordar los nombres de las personas que te presentan es una muestra de respeto y de interés. Olvidarlos puede dar una mala impresión y hacer que te perciban como una persona descuidada o desinteresada.

Si quieres evitar estos y otros errores en la asesoría empresarial, en AD EMPRESARIAL estamos listos para ayudarte. ¡CONVERSEMOS!

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