Fortalezca su actitud como Oferente de Servicios

¿Se dedica a brindar servicios de desarrollo?, ya debe saber que el éxito va más allá de la acumulación de conocimientos y habilidades técnicas. La actitud que adoptamos frente a los desafíos, la manera en que nos relacionamos con los demás y la perspectiva que aplicamos a nuestras tareas diarias desempeñan un papel clave y fundamental en nuestro crecimiento y desarrollo profesional.

Queremos compartir algunas recomendaciones destinadas a fortalecer la actitud positiva de las personas que desempeñan roles dirigidos a la oferta de servicios. No solo son una invitación al cambio personal, más que todo constituye una estrategia para transformar la dinámica laboral, creando entornos más inspiradores y efectivos.

Cada actividad propuesta tiene el poder de potenciar nuestro impacto y satisfacción en el ámbito profesional, le invitamos a descubrirlas y experimentar los ejemplos de acciones que proponemos:

RECONOCER EL VALOR Y EL PROPÓSITO DE SU TRABAJO. Las personas que se dedican a formar, asesorar o consultar a otros tienen una gran responsabilidad y una gran oportunidad de generar un impacto positivo en la vida de sus clientes. Es importante que reconozcan el sentido de su labor y se sientan orgullosos de ella. Una actividad para este paso podría ser escribir una carta a un cliente imaginario, expresando cómo se sienten al ayudarlo y qué beneficios le aportan.

ESTABLECER METAS CLARAS Y REALISTAS. Para mantener la motivación y el entusiasmo, es necesario tener objetivos bien definidos y alcanzables, que se adapten a las capacidades y recursos de cada persona. Elaborar un plan de acción con las metas a corto, mediano y largo plazo, y los indicadores para medir el progreso y el éxito es siempre un ejercicio alcanzable para esta recomendación.

BUSCAR EL APRENDIZAJE CONTINUO. El mundo cambia constantemente y las personas que se dedican a la formación, asesoría o consultoría deben estar actualizadas y preparadas para enfrentar los nuevos retos y demandas. Una actividad realizable podría ser inscribirse en un curso, taller o seminario relacionado con su área de trabajo, o leer un libro o artículo de interés profesional.

CULTIVAR EL OPTIMISMO Y LA RESILIENCIA. Los obstáculos, los errores y los fracasos son parte inevitable del proceso de trabajo, pero no deben ser vistos como amenazas, sino como oportunidades de mejora y crecimiento. Una actividad para este paso podría ser llevar un diario de reflexión, en el que se registren los desafíos y dificultades que se presentan, y las estrategias y soluciones que se aplican para superarlos.

PRACTICAR LA GRATITUD Y EL RECONOCIMIENTO. Agradecer y valorar lo que se tiene y lo que se logra es una forma de generar emociones positivas y fortalecer la autoestima. También es importante reconocer y apreciar el trabajo y el apoyo de los demás, tanto de los clientes como de los colegas y colaboradores. Un buen ejercicio puede ser escribir una nota de agradecimiento o de felicitación a una persona que haya contribuido de alguna manera al desarrollo profesional o personal.

FOMENTAR LA COLABORACIÓN Y EL TRABAJO EN EQUIPO. El trabajo en solitario puede ser agotador y desmotivador, por lo que es conveniente buscar y crear espacios de intercambio y cooperación con otros profesionales del mismo campo o de áreas afines. Crear, mantener o participar en una red, comunidad o asociación profesional, o crear un grupo de estudio o de trabajo con colegas o amigos será siempre un buen ejercicio.

CUIDAR LA SALUD FÍSICA Y MENTAL. El bienestar integral es fundamental para mantener una actitud positiva y un buen desempeño laboral. Para ello, es necesario adoptar hábitos saludables de alimentación, ejercicio, descanso y ocio.  Le sugerimos realizar una rutina de estiramientos, respiración o meditación antes o después de la jornada laboral, o dedicar un tiempo a una actividad recreativa o artística que genere placer y satisfacción.

CELEBRAR LOS LOGROS Y LOS ÉXITOS. Es importante reconocer y premiar el esfuerzo y la dedicación que se invierten en el trabajo, y disfrutar de los resultados y los beneficios que se obtienen. Un buen ejemplo seria organizar una reunión especial sencilla pero gratificante con los clientes, colegas o colaboradores, o comprar un regalo o un detalle a ser entregado (o para usted mismo si lo desea).

BUSCAR LA RETROALIMENTACIÓN Y LA MEJORA CONTINUA. El trabajo nunca está terminado, siempre hay aspectos que se pueden mejorar y perfeccionar. Para ello, es necesario solicitar y recibir la opinión y la evaluación de los clientes, colegas y expertos, y estar dispuesto a escuchar y aprender de ellos. Un buen ejercicio para esta recomendación podría ser crear un formulario o una encuesta de satisfacción para los clientes, o solicitar una sesión de mentoría o de supervisión con un colega o un experto.

ACEPTAR Y APROVECHAR LA DIVERSIDAD Y LA DIFERENCIA. El trabajo con personas implica enfrentarse a distintas formas de pensar, sentir y actuar, que pueden enriquecer o dificultar el proceso de formación, asesoría o consultoría. Es importante respetar y valorar la diversidad y la diferencia, y aprender de ellas. Una actividad sencilla podría ser realizar un ejercicio de empatía, en el que se intente comprender y asumir la perspectiva de otra persona, o participar en una actividad intercultural o interdisciplinaria.

DISFRUTAR Y DIVERTIRSE CON EL TRABAJO. El trabajo no debe ser una carga o una obligación, sino una fuente de alegría y placer. Es importante encontrar el lado positivo y divertido del trabajo, y hacerlo con pasión y entusiasmo. Un buen ejemplo podría ser crear un juego, una dinámica o una broma relacionada con el trabajo, o compartir un momento de risa o de humor con los clientes, colegas o colaboradores.

Fortalecer la actitud positiva en el ámbito de la formación, asesoría y consultoría no solo impacta positivamente en el bienestar personal, sino que también mejora la calidad de los servicios ofrecidos. Cada paso y actividad propuesta anteriormente está diseñada para cultivar una mentalidad positiva, fomentar la resiliencia y promover relaciones efectivas. Al aplicar estas recomendaciones, no solo transformamos nuestras propias vidas, sino que también contribuimos a un entorno laboral más saludable y productivo.

Ahora es el momento de comprometernos con nuestro crecimiento personal y profesional. Le invitamos a adoptar estos elementos como una hoja de ruta hacia una actitud positiva y empoderada. Comience con las actividades sugeridas para hacer pequeños cambios diarios, celebre los éxitos, aprenda de los desafíos y, sobre todo, comparta este viaje con sus colegas.

Recuerde que una actitud positiva no solo es contagiosa, sino también transformadora. En AD Empresarial nos gusta ayudar a crear un entorno de trabajo que inspire, motive y desate nuestro máximo potencial. Le invitamos a seguir adelante hacia una actitud más positiva y un futuro más brillante.

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